¿Es el ADSL lo
que parece?
Al ritmo
que evolucionan las autopistas de la información, el ADSL aparece
como el último recurso de las operadoras de telefonía para hacer
frente a la amenaza de la competencia cable y satélite, básicamente-.
Pero qué es el ADSL, por qué se ha retrasado su lanzamiento y qué
consecuencias tendrá.
Redacción - Reproducimos a continuación
un artículo de nuestro colega de Cinco Días (http://www.cincodias.es)
Pepe Cervera que trata algunos aspectos fundamentales y poco publicitados
del nuevo ADSL, sistema que servirá según Fomento- para la
implantación de una tarifa plana en España.
En el mundo de las superautopistas de la información, la tecnología
ADSL (Asymetric Digital Subscriber Line, línea de abonado digital
asimétrica) es la última oportunidad de las telefónicas frente a
enemigos como el cable o el satélite. Potente, fiable y probada,
la ADSL está plagada de problemas comerciales, que han retrasado
su despliegue. En España, Fomento y Telefónica parecen dispuestos
a apostar (mucho) por ella.
El futuro es de las redes de alta velocidad. La rapidez (o mejor
lentitud) de la Internet actual está limitada, sobre todo, por el
último tramo de la Red, el cable que conecta el hogar con la centralita
telefónica. Este trozo de cable, llamado bucle de abonado, son dos
alambres de cobre rodeados de plástico y conocido como par de cobre.
Todas las telefónicas usan el par de cobre en el bucle de abonado,
ya que es barato y su capacidad es más que suficiente para hablar.
El problema son los datos, como el caso de Internet, puesto que
esa capacidad es muy pequeña. Con los modems más rápidos se obtienen
56 kilobytes por segundo, y es complicado apurar más. Al menos con
la tecnología convencional; la RDSI (Red Digital de Servicios Integrados)
estruja hasta 128 Kbps.
Pero es imposible enviar por ese cable una señal de televisión,
que necesita como mínimo 1,5 megabytes por segundo. Competir con
la televisión por cable (que usa cable coaxial, mucho más potente)
es imposible. Así que las telefónicas del mundo están atrapadas,
con miles de millones invertidos en redes incapaces de alcanzar
las velocidades que el futuro inmediato demanda.
Por eso, en 1987 los laboratorios Bellcore (creadores del RDSI)
inventaron la tecnología ADSL. ADSL evita las limitaciones del par
de cobre usando un módem a cada extremo de la línea; estos dos aparatos
se comunican entre sí, rodeando las interferencias que plagan este
tipo de cable. Así se consiguen velocidades de hasta 8,5 Mbps en
dirección a la casa del usuario.
Como su nombre indica, la ADSL es asimétrica; la capacidad desde
casa del usuario a la Red es mucho menor, entre 300 y 600 kbps.
Pero en ese sentido viaja menos información: no hay problema.
Aunque problemas haylos. El sistema no funciona cuando el cable
es largo; con bucles de abonado a partir de 2 kilómetros la cosa
se complica.
Y además los cables tienen que estar en perfecto estado. Por eso,
en EE UU, con bucles largos y cables malos, la ADSL no ha tenido
éxito; apenas 100.000 clientes. El precio de los modems (entre 100.000
y 250.000 pesetas por línea) tampoco ayuda. De ahí que haya quien
diga que la ADSL es la tecnología del futuro, y que siempre lo será...
ADSL necesita dos modems por cada línea; en España serían, pues,
cerca de 34 millones de aparatos, que no son baratos. Al final,
es un problema del huevo y la gallina. Para que los modems ADSL
sean económicos, algún fabricante debe construir una planta especial
para ellos. Pero montar una fábrica cuesta entre 3.000 y 5.000 millones
de dólares (entre 400.000 y 700.000 millones de pesetas).
Así que ningún fabricante montará una factoría hasta que alguna
telefónica le haga un pedido multimillonario. Pero ninguna telefónica
lo hará hasta que el precio de los modems no se reduzca. Y vuelta
a la casilla uno. El problema es ¿quién le pone el cascabel al gato?,
¿quién es el primero?
El asunto se complica porque la ADSL tiene muchos sabores diferentes.
De hecho se habla de _DSL, pues la primera letra varía según la
capacidad: hay VDSL, XDSL, HDSL o RADSL y en cada una de ellas variaciones
técnicas de detalle. Dado que cada fabricante/telefónica presiona
por su variante privada y que aún no hay acuerdo, a ver quién es
el guapo que apuesta por una tecnología, arriesgándose a quedarse
colgado con un estándar incompatible con el que elija el resto del
universo.
La Unión Mundial de Telecomunicaciones alcanzó en noviembre un principio
de acuerdo sobre un estándar preliminar, denominado ADSL Lite, respaldado
por pesos pesados como Microsoft, Compaq o Intel. Pero nadie lo
ha adoptado masivamente todavía. Si Telefónica lo hace al final,
seremos pioneros. O cobayas.